Nombre de la lectura: “Hacer de una
escuela, una nueva escuela. Evaluación y mejora de la gestión escolar “.
Autor: Claudia romero
La actividad burocrática invada la tarea pedagógica en la
mayoría de los casos, se observa un énfasis en el cumplimiento formal de la
reglamentación y de las normas, pero no hay evidencia de su cumplimiento
efectivo
La potencia que encierra la gestión para lograr mejores escuelas capaces de
suturar las heridas que producen la desigualdad social, una gestión que
contribuya, con la justicia, el conocimiento y la cultura
La gestión educativa fue concebida como un conjunto de mecanismos de control que aseguraban y
garantizaban que aquello que de fijaba en los niveles centrales se transmitiera
al aula.
La escuela es un lugar donde se aprende a vivir con otros,
con otros sujetos, con otros discursos y
lenguajes en este sentido se visualizan las relaciones de poder para garantizar
la gobernabilidad de la escuela o incluso del sistema educativo.
El desafío de la democratización es el de incluir la
diferencia para excluir la desigualdad
para esto es necesario pensar en los tres movimientos los cuales afectan
de manera directa, el primero es pasar de escuelas homogéneas a democráticas,
la segunda pasar de la cultura de la enseñanza a la cultura del aprendizaje y
la tercera pasar de la estructura burocrática y fragmentadas a estructuras flexibles y de red.
El primero es: convertir los rituales y ciertos sentido común en problemas para la reflexión, el
segundo pasar de la gestión escolar basada en loa norma y control a la gestión
integrada e interactiva basada en la generación
de conocimientos y el tercero es
ir de la competencia desaprovechada y la incompetencia ignorada generada por
las condiciones de aislamiento y soledad en las que se desarrolla la tarea
docente a la conformación de auténticos
equipos de trabajo
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